EL CASTILLO DE ACHER POR LA BRECHA LEDOURMEUR DESDE LA SELVA DE OZA.




Es un recorrido de ida y vuelta. Comienza en el campamento de Ramiro el Monje, se dirige al refugio forestal debajo de los paredones del Castillo, continua hacia los puertos de Acher y encara la montaña por su cara este, escalando la brecha Ledourmeur. Vuelve por la vía normal.


Aparcamos el coche en el parking situado al lado del campamento de Ramiro el monje (1140 m). Iniciamos la marcha volviendo un tramo pequeño, unos 180 metros, por la carretera HU-V-2132, hasta superar el recinto del campamento. Entonces, desde la carretera, a la izquierda, sale una senda señalizada que al principio bordea el campamento siguiendo la valla. Pero en pocos minutos nos mete en el bosque de robles, hayas y pinos. La pendiente es suave y rápidamente alcanzamos la pista forestal (1210 m). Desde la carretera hasta este punto hemos mantenido dirección E.

Avanzamos por la pista primero hacia el S y luego SO hasta que encontramos un poste señalizador que nos indica el camino del Castillo de Acher. El poste está situado en una curva muy cerrada que gira a la izquierda. Siguiendo la indicación abandonamos la pista por su izquierda y nos adentramos en el bosque siguiendo una senda que comienza a coger altura con fuerza mirando al E. El camino se va suavizando y poco a poco cambia la dirección a SE. Llegamos a unos arroyos (1430 m) que bajan con impetu desde los barrancos del Castillo.

Continuamos SE, pero a partir de este punto la cuesta se endurece, salvamos desnivel con rapidez hasta salir del bosque. Ahora avanzamos por prados de montaña y llegamos a la altura del refugio forestal (1740 m). Ya estamos debajo de los paredones de Castillo de Acher.

Después de un respiro, nos dirigimos a los puertos de Acher manteniendo E. Las sendas, abundantes y muy evidentes, se elevan por las empinadas laderas hasta alcanzar la cota los 2000 metros donde se suaviza. Nos encontramos con una enorme piedra que nos indica un cambio de dirección para dirigirnos al Castillo por la vía normal. Pero nuestro objetivo es otro, queremos superar los paredones por la brecha Ledourmeur, así que continuamos E . Antes de llegar a los puertos de Acher nos dirigimos a la izquierda hasta un collado (2120 m.) formado por las paredes del Castillo y un pequeño promontorio. Este collado por el norte mira hacia el barranco de Barcal.

Las rocas que bajan desde los paredones al collado son de color rojo-ocre muy característico. Desde el collado vemos la cara este del Castillo y las paredes en forma de puros que esconden la brecha que buscamos. Ahora la dirección es N y algo O.  Los hitos nos marcan el camino que asciende pegado a las rocas rojizas, por terreno muy descompuesto, hasta colocarse justo debajo de la pared, luego, con cuidado, se trepa hasta alcanzar la base de los puros. Nosotros nos confundimos un poco y en vez de seguir los hitos nos adentramos en la pedrera colindante y desde la mitad de ésta atacamos directamente hacia los puros. Un trabajo ingrato que no merece la pena si se puede evitar.

Una vez debajo de los puros los hitos nos llevan a una cavidad donde se encuentra la chimenea. Tiene un paso de 2º o 3º. Escaladores experimentados sitúan este paso en un 2º grado de dificultad. Nosotros pensamos que es más difícil y por lo menos hay que considerar el tercer grado, de hecho es recomendable destreparlo con ayuda de una cuerda. Hacia la mitad del paso han incrustado un cordino para facilitar el acceso, pero aún así insistimos en lo dicho.

Para rematar la aventura, cuando subimos, la brecha estaba taponada en su parte alta por un nevero que nos obligó a escavar escalones en el hielo y usar los piolets para salir del apuro. En mayo todavía te puedes encontrar con estos problemas imprevistos, a pesar de que no quedaba ni gota de nieve en todo el Castillo de Acher. Pero, en nuestro rinconcito de la Brecha Ledourmeur sí quedaba.

Superada la brecha sólo queda la cuesta hasta la cima (2.382m.), que afrontamos con dirección N.

Para volver escogemos la vía normal. Tenemos el coche en la selva de Oza y esta ruta nos conviene porque es más rápida. Además, destrepar la brecha con el nevero y sin cuerdas se nos hacia prácticamente imposible.

Descendemos S hasta la brecha Ledeurmeur que dejamos a la izquierda. Seguimos O bordeando el famosos valle colgado del Castillo de Acher y llegamos a un gran hito que señala el paso de la vía normal por el que descendimos ( S ) de los paredones. Se trata de un pedregal muy empinado, ojo en invierno con nieve. Después, ya en los prados de montaña cogemos O para volver al refugio forestal y desde aquí de nuevo al bosque y al parking del campamento de Ramiro el monje.




 
PARA DORMIR:
BORDA BISALTICO

BISAURIN POR LA PLANA DE MISTRESA



Se trata de una ruta circular que parte del REFUGIO DE LIZARA (1520 m) y acaba en el mismo refugio dando una vuelta que pasa por la cima del Bisaurin (2640m).


Dejamos el coche en el parking del refugio de Lizara . Tomamos la senda que parte del lado derecho del refugio con dirección N. En pocos metros encontramos una desviación a la derecha marcada con hitos. Este desvío se puede considerar secundario. La bifurcación principal aparece algo más adelante, muy bien señalizada con poste indicativo que marca la dirección al Ibon de Estanés. Pero nosotros tomamos el primer desvío y cambiamos el rumbo a NE hasta alcanzar el refugio de Oldeca (1700m). Durante todo este tramo hemos tenido delante las paredes de la cara sur del Bisaurin. Desde Lizara nos han acompañado las marcas verdes y amarillas de la “SENDA DE CAMILLE”.

Seguimos NE hasta el refugio de los forestales (1970m). Antes de llegar nos acercamos al arroyo que baja desde la Plana Mistresa. El refugio es de aspecto austero aunque con forma de bóveda coronada por dos bonetes puntiagudos que sirven de chimeneas. Continuamos NE y la senda se pega al arroyo hasta que alcanzamos la Plana Mistresa (1983 m).

La Plana es un amplio valle glaciar surcado por el arroyo que baja desde el barranco de los Castillones. Este barranco desemboca en su parte alta en el collado de Secus. La Plana está rodeada por los montes de Bernera, pico Liouviella, pico Alto de la Portaza , puntal de Secus, Bisaurin. A la derecha SE se coge el camino hacia el Ibon de Estanés. Nosotros vamos hacia la izquierda. Recorremos la plana NO siguiendo el arroyo y comenzamos a remontar el barranco. Pronto aparece la nieve cubriéndolo todo. En la cota de 2100m tuvimos que colocarnos los crampones. Algo más arriba, en la cota de 2280 m giramos a la izquierda, dejando a la derecha, por encima nuestro, el collado de Secus. Ahora,durante unos metros, ascendemos por dura pendiente con dirección S. En seguida cambiamos a O, la pendiente es muy marcada con tramos que pudieran superar los 40º. Así alcanzamos la arista del Bisaurin (2600m). Está nublado aunque tenemos visibilidad. Ya sólo quedan unos metros por terreno mixto con nieve hielo y roca. No hay peligro si no te acercas al filo de la cornisa, pero es incómodo el uso de crampones en las zonas de roca. Ya estamos en la cima (2640m). Encontramos el famoso hito geodésico roto del Bisaurin.

Descendemos OSO por la arista oeste. Es un tramo helado y muy pendiente. Pero pronto lo superamos. Aparece el terreno de piedra desconpuesta y la senda coge dirección sur hasta alcanzar el collado de Foraton (2043m). Aquí se encuentra con la GR11.1 y con la senda de Camile cuyas marcas nos acompañaran hasta el refugio de Lizara. Ya sólo queda recorrer las praderas situadas a los pies de la cara sur de Bisaurin. Desde el collado de Foratón nos orientamos ESE. Primero el camino dibuja un amplio zig-zag y después nos lleva directamente a Lizara.






DESDE SALCEDILLO A BERNACHO P.R. BU 87. EN LAS MACHORRAS.



Las Machorras es el barrio pasiego de Espinosa de Los Monteros. Sus habitantes son conocidos como los pasiegos de Burgos. Su economía, LA ARQUITECTURA DE SUS CABAÑAS y en general su modo de vida se correspondía, hasta hace muy poco, con las comunidades de los valles cántabros colindantes de Vega de Pas, San Roque de rio Miera y San Pedro del Romeral, las tres villas pasiegas. El conjunto ofrece un paisaje típico, cabañas con lindes de piedra, separando los prados, y ganado. Como telón de fondo los puertos de la Sia, Lunada y Estacas de Trueba. También sobresalen montañas como Castro Valnera, La Cubada Grande o Peña Lusa.


Pasando Las Machorras, llegamos a la bifurcación que divide la carretera BU 570 en dos ramales, bien hacia Estacas de Trueba BU 573, bien hacia Lunada BU 572. Vamos hacia Lunada. A unos cien metros de superar la bifurcación, la carreta pasa por encima del rio Trueba que acaba de unirse al arroyo Lunadas, y justo al otro lado del puente dejamos el coche en un pequeño rellano que se encuentra a la derecha. Estamos en el barrio de Salcedillo, un salpicón de cabañas muy bien conservadas, algunas restauradas recientemente con mucho gusto y al parecer destinadas al fomento del turismo en la zona.

Ya hemos aparcado y atravesamos la carretera para encontrarnos con el cartel indicador del recorrido que queremos hacer. Los primeros pasos de la ruta atraviesan el corazón de Salcedillo. Iniciamos la marcha por una pista cementada que recorre las primeras cabañas. La orientación general de la primera mitad del recorrido será NO, siguiendo un trazado paralelo al arroyo Lunadas. Al inicio topamos con un hangar destinado al almacén de forraje para ganado. Le siguen un grupo de cabañas, algunas muy arregladas que funcionan como CASAS RURALES.

En algo más de un kilometro nuestro camino cementado desemboca en otra pista que viene de la carretera a Lunada. Esta última pista es de gravilla, la cogemos y continuamos, pero ahora O, hasta llegar a un grupo de cabañas que se conocen como Carredondo. Aquí la pista se convierte en senda cuando llega a la última casa. No hay pérdida posible, la senda está muy bien marcada y señalizada con rayas blancas y amarillas de P.R.. El camino cambia de nuevo la orientación a N. La vegetación se vuelve más tupida, pasamos por rincones de cuento de hadas al lado del al arroyo lunadas y en breve llegamos a una zona más despejada sin prados ni lindes, donde abunda el brezo. Un poco más y alcanzamos la pista que nace en la carretera a Lunada y desemboca en el Bernacho. Durante todo el trayecto hasta aquí, hemos tenido a la derecha las moles de piedra que bajan desde La Imunia y la Peña Palombar. Al fondo (N) aparecieron, según avanzábamos, Peña lusa y Las Motas.

En la pista del Bernacho cambiamos la dirección a O y en menos de una hora estamos en nuestra meta. Una vez más las cabañas, los prados nos envuelven con su encanto. Nos consta que hay cabañas compradas como vivienda de ocio, muy bien cuidadas, reformadas y mantenidas, tanto en Valnera ( primer barrio que encontramos) como en El Bernacho. Otras siguen activas como explotación ganadera. Sobre todo vimos caballos. Es curioso como el terreno se hunde formando pequeñas dolinas en la zona más propiamente conocida como El Bernacho. Espero que las fotos hagan justicia a la espectacularidad de este rincón. El Castro Valnera lo preside todo, a su derecha La Cubada Grande y el collado que separa los dos montes, y a su izquierda el pico La Miel. Los restos del hayedo cubren los rincones más agrestes, donde el pastoreo no ha llegado. Las tres moles cierran este rincón , de verdad muy recomendable.

Al volver, mirando hacia el NE, nos encontramos de nuevo con la mole de Peña Lusa, esta vez en toda su extensión.

Nota.- El recorrido está muy bien marcado con postes que señalan distancias, también con rayas blancas y amarillas de PR, aunque éstas se encuentran en ocasionas bastante borradas.

En total son 12km y 600m y no se tarda más de 2h y 45´. Prácticamente no hay desnivel, unos 300m (Salcedillo se encuentra a 860m de altitud y El Bernacho a 1160m.).

Los nombres de lugar estan recogidos en el mapa "MACIZO DEL CASTRO VALNERA" de la editorial CETYMA.








EL VALLE DE SOTOSCUEVA. PR-C-BU-31



Para llegar, por la carretera BU-526, pasando Quisicedo cogemos un desvío a la izquierda que nos lleva a Cueva. Un poco más adelante está Ojo Guareña y el Alto de Concha.


Dejamos el coche en el Parking del Alto de Concha. Seguimos las marcas blancas y amarillas de la PR.C. BU-31 con dirección N. Debajo, a unos metros, tenemos la cueva de Ojo Guareña y la ermita de San Bernabé, ambas se pueden visitar pero en los horarios indicados y con guía. La ermita es digna de ser visitada pues alberga una serie de pinturas de traza popular con temática religiosa contando los martirios de San Tirso Y San Bernabé. Un poco más abajo de este magnífico enclave se encuentra el sumidero del río Guareña, por donde se pierden sus aguas a través del complejo kárstico del mismo nombre y al que se le supone una longitud de hasta 100km. Nosotros no pudimos visitar ni la ermita ni el sumidero.

Desde la ermita seguimos las marcas de la PR. 31 (E) y después de bajar una escalinata de piedra tomamos una senda NO señalada con marcas blancas, amarillas y lilas. La senda atraviesa el encinar que cubre toda la ladera desde el cortado calizo hasta el sumidero del Guareña. En 20 minutos hemos llegado a Cueva donde merece la pena fijarse en la casas de construcción tradicional con un inconfundible sabor a pueblo. El camino está muy bien marcado, da varios quiebros por las calles de la aldea y luego sale NE para dirigirse a Quisicedo.

Aquí destacan sus casas por el aspecto señorial y entre ellas la Torre de los Velasco que nos traslada a época medieval donde el lugar tuvo su importancia defensiva. En Quisicedo alcanzamos la carreta BU-526, la cruzamos y nos dirigimos al bar de Goiko, a su lado hay un gran cartel indicando la diferentes rutas del Monumento natural Ojo Guareña. También aparecen las marcas que señalan nuestro camino. Primero nos llevan (N) entre calles hasta salir del pueblo, después de atravesar las vías y adentrarnos en el robledal. Luego, ya en una amplia pista que se introduce en el bosque, las marcas (O) nos llevarán hasta Villavascones de Sotoscueva.

En esta pequeña aldea también destacan sus casas de arquitectura popular y la amplia fuente en el centro del lugar. Recorremos la aldea de Este a Oeste hasta llegar a la última edificación. Por un pequeño callejón, entre dos casas, llegamos a una valla metálica que nos da paso al robledal de Villavascones. En seguida nos rodea la soledad del arbolado, su quietud, pero es una soledad acompañada con sonidos lejanos que vienen de la carreta y de los caseríos de alrededor. Avanzamos noroeste, luego damos un brusco giro en un puente sobre un arroyo y continuamos suroeste. Hacía la mitad del bosque encontramos un claro indicador que marca el desvío para visitar las tumbas antropomorfas altomedievales esculpidas en la piedra. Situadas en el corazón del bosque son veinte tumbas correspondientes a cuerpos de diferentes tamaños correspondientes a personas de diferentes edades. Después de fotografiarlas volvemos a la pista principal. Continua dando varios quiebros y sorteando un arroyo con puente en estado ruinoso antes de llegar a Quintanilla de Sotoscueva.

Entramos en la aldea por una senda paralela a las vías del tren. Los edificios, como en todo el valle de Sotoscueva, siguen los dictámenes de la tradición local. Destaca la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora. Al lado de Quintanilla se encuentra Vallejo, junto a la carreta principal BU-526. La volvemos a cruzar y con dirección sur nos adentramos en los caminos que recorren los verdes pastos de la zona más llana del valle de Sotoscueva. Las marcas siguen siendo Blancas, amarillas y lilas que nos indican caminos y pistas al principio Sur, luego Este, de nuevo Sur para acabar Sureste que se mantendrá hasta el final. Ya en los últimos tramos la llanura se convierte en cuesta y los prados son sustituidos por un discreto arbolado que desemboca en el encinar de Ojo Gaureña. La cuesta se empina más a la altura del área recreativa, pero ya no falta nada para llegar de nuevo a la ermita de San Bernabé y al parking del Alto de Concha.

En total hemos recorrido 11,8km y hemos invertido 2h y 30´.

Nota.- Las marcas blancas y amarillas son las que hay que seguir porque indican el trayecto de los PRs, en este caso de PR.C. BU-31. Las marcas lilas, curiosamente, acompañaban a las anteriores en todo el recorrido, pero no conocemos su significado. Sólo se separaron durante un tramo en Quisicedo, para volver a aparecer juntas, de nuevo, antes de salir del pueblo.





 

GORBEA DESDE AREATZA.



En la plaza del fronton de Areatza, junto a la sucursal de la BBK, donde cuelga el nombre de la calle “Don Bartolome Deunaren Kalea”, comienza una empinada cuesta asfaltada. Recorre las primeras casas y en pocos minutos nos deja en Launtzain, allanándose la pendiente. Los caserios de alrededor nos permiten las primeras fotos de la jornada, todo muy bucólico-pastoril, las ovejas, prados verdes etc. Desde el principio avanzamos SO.


Poco después alcanzamos una bifurcación, nosotros seguimos el antiguo camino carreteril de la derecha como señala el primer poste indicador hacia Pagomakurre (PR-BI- 9) (15´). La pista traza un amplio rodeo a la pequeña elevación que tenemos delante, el Burgin. Al canzamos un segundo poste indicador, en este caso es una cruz de direcciones (45´). Cogemos la segunda o la tercera por la derecha, da igual una u otra porque las dos convergen un poco más adelante. Continuamos por la pista sin salirnos. Encontramos una fuente incrustada en una losa puesta de pie a modo de Menhir.
Más adelante un tercer poste (1h 20´)nos indica que dejemos la pista y avancemos por una senda monte a través. Ojo! La senda vuelve a encontrarse con la pista más arriba, la atraviesa y continua ladera arriba por un punto claramente señalado con un hito. Pero, nosotros no vimos el poste indicador y como consecuencia permanecimos en la pista hasta llegar al parking de Karkabitxueta. Aquí dimos un brusco giro a la derecha tomando una pista O que primero nos acercó a un mirador (1h 45´), con una magnífica vista sobre Arratia, y luego a un nuevo cruce de caminos. En el cruce un cuarto poste indicador, con varias flechas de dirección, nos señala el camino hacia pagomakurre SSO. Sin perder las rallas blancas y amarillas, recorriendo una pista bastante embarrada, atravesamos el bonito pinar que desemboca en Pagomakurre (2h ).

Ahora ya, no hay posibilidad de perdida. Un amplio camino recorre Pagomakurre y los diferentes edificios que tiene el lugar para dirigirse hacia las campas de Arraba, pasando por debajo de peña Lekanda, al lado del barranco de Londiagorta, donde la cuesta comienza a pronunciarse. La dirección durante este tramo oscila, siempre S pero en un principio con tendencia O y más tarde E, hasta entrar en Arraba por el collado de Arrabakoate. Recorremos la planicie herbosa, una vez más, sin palabras, sólo deleitando la vista sorprendida por el verde de la hierba, la blancura de las calizas y las manadas de caballos pastando por doquier.

De Arraba nos dirigimos SE al paso Aldape debajo del Gatzarrieta. En invierno este paso impresiona por ser un poco aéreo. A la entrada del paso desde Arraba y a la salida a los prados de Zastegi la senda está siendo reparada. El tránsito permanente de montañeros la ha convertido en un surco desprovisto de hierba. Ahora se han plantado de nuevo las semillas y sobre ellas se ha tendido una gran malla de tela de saco, para protegerlas. Llegamos a Egiriñao a la sombra de Aldamin. Tomamos un respiro junto a los refugios, en el pequeño hayedo que tiene el lugar. Cerca se encuentra la ermita de Nuestra Señora de las Nieves.
Continuamos por la senda claramente marcada. Recorremos las laderas de Aldamin, dejando a la derecha la fuente de Lekuotz. Primero el terreno es pedregoso e incómodo, luego surge de nuevo el prado, pero la pendiente se agudiza. Llegamos al collado de Aldamiñoste y ya con dirección S y resoplando llegamos a la cima, perdón, a la Cruz del Gorbea, la de la famosa gaseosa (3h 45´).

Volvimos por dónde vinimos, con algunas excepciones:

1) Nada más dejar la cruz y antes de llegar al collado de Aldamiñoste, nos desplazamos unos metros a la derecha para localizar una fuente cercana a la cima.
2) Una vez en Pagomakurre volvimos por el pinar al cuarto poste indicador. Pero en vez de continuar hacia el parking de Karkabitxueta seguimos la indicación del poste hacia Areatza N. Descendimos en marcada pendiente por un camino embarrado que recorre el pinar hasta alcanzar el quinto poste indicador de la jornada. No abandonamos la senda N y en breve llegamos a un punto un poco delicado. Se trata del paso de Kerexagakoatxa, a la izquierda, según bajamos, se encuentra el refugio del mismo nombre. El paso es un pequeño destrepe sin dificultad. Más complicado será pasar por aquí con nieve. Seguimos por el pinar hasta encontrar una zona herbosa que finaliza en la pista por la que subimos a la mañana, en un punto marcado con un hito. Atravesamos la pisa y continuamos descendiendo por una clara senda monte a través hasta encontrar el tercer poste indicador (el que despistamos a la subida) que nos devolvió definitivamente al antiguo camino carreteril. Este tramo que acabamos de describir es el que deberíamos haber subido sino nos hubiéramos desviado hacia el Parking.